¡BIENVENIDO!

Si has llegado hasta aquí, es porque estas dispuesto a dejar que el sonido te de bienestar.

Sobre mí

 Soy Rafael, un apasionado por la música y el arte hecho desde el corazón desde que era niño.

 

El sonido, a través de la música, ha sido mi fiel compañero durante todo este increíble camino de evolución llamado vida.

 

Cuando me refiero a “increíble camino” también incluyo las cosas desagradables y que nos chocan en nuestra vida y que tienen su valor porque son las que realmente nos ayudan a crecer como seres humanos.

 

      Desde la adolescencia y hasta los primeros años de adulto he aprendido a tocar varios instrumentos, componer, arreglar y orquestar. He aprendido, todo lo que en esos momentos me hacía falta, con diferentes maestros y en el conservatorio; he tocado y cantado en diferentes grupos y también compuesto música para teatro. Pero algo no fluía en esos tiempos, o quizás era una señal de lo que sucedía en otros aspectos de mi vida: me había convertido en una máquina; esclavo de la técnica, del perfeccionismo, de los aplausos y de la influencia exterior. Hasta que la vida trajo el primer gran cambio…

Mi misión es ayudarte a reconectar

En 2019 con la muerte de un ser querido todo se derrumbó o casi todo, en mi vida; duelo, desapegos, preguntas, en especial sobre la muerte y el más allá; el rol de músico y compositor se puso en cuestión y dejé la música tal y como la entendía y empecé a hacer un ayuno musical (que duró unos años). En ese tiempo, mientras meditaba, sin saber cómo, descubrí el Silencio y el estar en el aquí y ahora; jamás había sentido  paz y amor de esa forma, imposible de expresar con palabras; dejando de sentir el cuerpo y más allá del tiempo y el espacio era consciente de una presencia que me envolvía detrás de ese Silencio… yo le llamo el “Sonido del Alma”, la esencia.

Luego vino el Yoga, la Teosofía, y de ahí en adelante, todo se ha ido hilando hasta llegar a la experiencia única con el sonido de los cuencos y el gong: mi primera experiencia con los sonidos después del ayuno musical.

Consciente de mi camino a seguir, en 2021 me formé en Terapeuta de Sonido con cuencos, gongs y canto de armónicos con Rafa Monsonis y Román García. Rafa ha sido (y lo es aún) un Maestro para mí, no sólo por los conocimientos y técnicas que me aportó en esos momentos sino por haberme confrontado conmigo mismo muchas cosas que tenía que trabajar en mi interior y saber si este camino de terapeuta era lo mío. Él siempre estaba llamándome la atención cuando me iba a la mente y dejaba de estar en el corazón. Y ahora comprendo que estar en ese lugar del corazón es estar en ese Silencio… ese Sonido del Alma que había descubierto después del duelo. Los maestros y las lecciones nos llegan en el momento justo, si somos capaces de verlo y aprovechar la oportunidad.

Después de hacer prácticas y sesiones individuales durante un tiempo me dí cuenta que los cuencos se me daban muy bien (y hacer sesiones) pero que el gong ponía resistencia a que le tocara… en sí la resistencia la ponía yo ya que el gong me hacía de espejo. Así que en ese mismo año, dí con una charla de Vikrampal Singh sobre la Terapia y el sonido… y el Gong!

Me formé con mi Maestro Vik en Terapeuta de sonido, especializado en gong. A parte Vik también es mi mentor y esta página, así como los eventos que doy tanto en grupo e individual, los audios, etc. no se hubiesen hecho realidad sin su apoyo y guía.

La vida continúo de otra forma y empecé a abrirme hacia los demás, hacia la vida dando eventos grupales de Baños de Gongs entre 4 o 5 mensuales en diferentes salas y con todo tipo de asistentes adquiriendo mucha experiencia tanto técnica, de terapeuta y como ser humano. Ya no esperaba aplausos ni tocaba desde el ego; había aprendido a hacer cada evento desde el corazón y si bien disfrutaba haciéndolo, lo mejor de todo era poder compartir mis dones y ponerlos al servicio de los demás; esto último cada vez tiene más peso. En este momento álgido de mi vida, llega a mi camino el segundo gran cambio…

En marzo de 2024 una enfermedad en forma de tumor me puso de manifiesto que tenía que hacer un cambio radical en mi vida; era un aviso importante que no podía pasar por alto. No tuve miedo; lo que era más difícil de llevar era el pensar que si dejaba este plano físico me diera cuenta de que mi vida había sido desperdiciada y sin propósito alguno. Además de autoaplicarme las terapias que tenía a mano: Reiki, Yoga y Terapia del sonido pedí ayuda a mis maestros y otros excelentes profesionales holísticos de la salud; empecé a trabajar en conjunto con ellos en todos los niveles. Luego vino la operación y todo salió bien, la medicina alopática había cumplido su función y yo seguí mi camino de sanación haciéndome a un lado de los protocolos que me ofrecían: la quimio. Sentí en mi interior que no me hacía falta, me sentía con fuerzas y agradecido de esta oportunidad que la vida me traía para poder avanzar saltando este obstáculo, comprendiendo sus causas y dejando, con amor, que lo viejo se vaya. Muchas personas han estado apoyándome tanto desde la distancia como los que estaban cerca y hasta ese momento no era consciente de que en la unión todo se vuelve más potente.

En ningún momento he dejado de tocar y de hacer Terapia de sonido tanto grupales como individuales; es lo que me hacía bien y además tenía un compromiso con la gente… quería compartir mis dones y lo que me gusta hacer para ayudar a los demás.

Mi actitud ante la vida, el descubrir mi propósito y sobre todo escuchar esta voz interior que me guía son los que han hecho posible la sanación y por eso quiero ayudar a otros de la misma forma que me he ayudado a mí, desde ese lugar que todos tenemos en común… “desde ese lugar lleno de amor, verdad, luz y paz en el que tú y yo somos uno”.

 

El sonido del Alma siempre ha estado en cada uno; es momento de volver al interior y oírlo de verdad.

¡Sat Nam!

Mi misión es ayudarte a reconectar

En 2019 con la muerte de un ser querido todo se derrumbó o casi todo, en mi vida; duelo, desapegos, preguntas, en especial sobre la muerte y el más allá; el rol de músico y compositor se puso en cuestión y dejé la música tal y como la entendía y empecé a hacer un ayuno musical (que duró unos años). En ese tiempo, mientras meditaba, sin saber cómo, descubrí el Silencio y el estar en el aquí y ahora; jamás había sentido  paz y amor de esa forma, imposible de expresar con palabras; dejando de sentir el cuerpo y más allá del tiempo y el espacio era consciente de una presencia que me envolvía detrás de ese Silencio… yo le llamo el “Sonido del Alma”, la esencia.

Luego vino el Yoga, la Teosofía, y de ahí en adelante, todo se ha ido hilando hasta llegar a la experiencia única con el sonido de los cuencos y el gong: mi primera experiencia con los sonidos después del ayuno musical.

Consciente de mi camino a seguir, en 2021 me formé en Terapeuta de Sonido con cuencos, gongs y canto de armónicos con Rafa Monsonis y Román García. Rafa ha sido (y lo es aún) un Maestro para mí, no sólo por los conocimientos y técnicas que me aportó en esos momentos sino por haberme confrontado conmigo mismo muchas cosas que tenía que trabajar en mi interior y saber si este camino de terapeuta era lo mío. Él siempre estaba llamándome la atención cuando me iba a la mente y dejaba de estar en el corazón. Y ahora comprendo que estar en ese lugar del corazón es estar en ese Silencio… ese Sonido del Alma que había descubierto después del duelo. Los maestros y las lecciones nos llegan en el momento justo, si somos capaces de verlo y aprovechar la oportunidad.

Después de hacer prácticas y sesiones individuales durante un tiempo me dí cuenta que los cuencos se me daban muy bien (y hacer sesiones) pero que el gong ponía resistencia a que le tocara… en sí la resistencia la ponía yo ya que el gong me hacía de espejo. Así que en ese mismo año, dí con una charla de Vikrampal Singh sobre la Terapia y el sonido… y el Gong!

Me formé con mi Maestro Vik en Terapeuta de sonido, especializado en gong. A parte Vik también es mi mentor y esta página, así como los eventos que doy tanto en grupo e individual, los audios, etc. no se hubiesen hecho realidad sin su apoyo y guía.

La vida continúo de otra forma y empecé a abrirme hacia los demás, hacia la vida dando eventos grupales de Baños de Gongs entre 4 o 5 mensuales en diferentes salas y con todo tipo de asistentes adquiriendo mucha experiencia tanto técnica, de terapeuta y como ser humano. Ya no esperaba aplausos ni tocaba desde el ego; había aprendido a hacer cada evento desde el corazón y si bien disfrutaba haciéndolo, lo mejor de todo era poder compartir mis dones y ponerlos al servicio de los demás; esto último cada vez tiene más peso. En este momento álgido de mi vida, llega a mi camino el segundo gran cambio…

En marzo de 2024 una enfermedad en forma de tumor me puso de manifiesto que tenía que hacer un cambio radical en mi vida; era un aviso importante que no podía pasar por alto. No tuve miedo; lo que era más difícil de llevar era el pensar que si dejaba este plano físico me diera cuenta de que mi vida había sido desperdiciada y sin propósito alguno. Además de autoaplicarme las terapias que tenía a mano: Reiki, Yoga y Terapia del sonido pedí ayuda a mis maestros y otros excelentes profesionales holísticos de la salud; empecé a trabajar en conjunto con ellos en todos los niveles. Luego vino la operación y todo salió bien, la medicina alopática había cumplido su función y yo seguí mi camino de sanación haciéndome a un lado de los protocolos que me ofrecían: la quimio. Sentí en mi interior que no me hacía falta, me sentía con fuerzas y agradecido de esta oportunidad que la vida me traía para poder avanzar saltando este obstáculo, comprendiendo sus causas y dejando, con amor, que lo viejo se vaya. Muchas personas han estado apoyándome tanto desde la distancia como los que estaban cerca y hasta ese momento no era consciente de que en la unión todo se vuelve más potente.

En ningún momento he dejado de tocar y de hacer Terapia de sonido tanto grupales como individuales; es lo que me hacía bien y además tenía un compromiso con la gente… quería compartir mis dones y lo que me gusta hacer para ayudar a los demás.

Mi actitud ante la vida, el descubrir mi propósito y sobre todo escuchar esta voz interior que me guía son los que han hecho posible la sanación y por eso quiero ayudar a otros de la misma forma que me he ayudado a mí, desde ese lugar que todos tenemos en común… “desde ese lugar lleno de amor, verdad, luz y paz en el que tú y yo somos uno”.

 

El sonido del Alma siempre ha estado en cada uno; es momento de volver al interior y oírlo de verdad.

¡Sat Nam!

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