¿Qué es la Terapia de Sonido?

Para darte una respuesta a esta pregunta me voy a apoyar en mi experiencia y en la de otros terapeutas fiables muy cercanos a mí y en lo que es la Terapia de Sonido en estos tiempos.

 

Y tú me dirás:

 

– ¿No vas a transportarme a la historia y a hablarme de los orígenes de esta terapia y de cómo utilizaban el sonido y la música para sanar?

 

A lo que yo te respondo:

 

–  A mí, al igual que a ti, me encanta y me atrae muchísimo cómo en la antigüedad utilizaban el sonido y también toda la ciencia que hay detrás de este apasionante tema, pero ya hay muchísimas cosas escritas al respecto sobre estos temas y me gustaría que lo investigues por ti mismo y saques tus conclusiones. Te puedo citar dos excelentes libros sobre estos temas y sobre la sanación con sonido, hay muchos más desde luego y ya toparás algún día con ellos… de momento te recomiendo estos dos: “Medicina del sonido” de David Villar y Liu Zhen y “Sonidos sanadores” de Jonathan Goldman.

 

– Vale… pero ¿no harás una pequeña reseña histórica y científica? O ¿dar algún nombre?

 

– No, ahora no es el momento. Te propongo a cambio hacer un pequeño ejercicio.

 

– ¡Uff! ¿Hay que trabajar? ¿ahora?

 

– En eso mismo consiste la terapia; tienes que poner algo de tu parte para que funcione y este es el momento oportuno para que te pongas en acción. Ponte en una posición cómoda ya sea sentado o tumbado y cierra los ojos; si estás sentado mantén la columna bien recta.

 

-Ok. Pero me cuesta mantener la columna recta estando tumbado.

 

-Entonces baja un poco los hombros y relájalos; los tienes muy arriba, casi en las orejas. Ahora, siente tu cuerpo.

 

– ¡Ah, muy bien así! Me siento mejor.

 

– Lleva tu atención a tu cuerpo. Déjate sentir y ve sintiendo cómo todo tu cuerpo se relaja. (pausa). Ahora lleva tu atención a los sonidos que vienen desde el exterior, a los que están fuera de la sala; no juzgues, deja que lleguen a tí tal cual son. (pausa). Ahora lleva tu atención a los sonidos que están en la sala. (pausa). Ahora lleva tu atención a los sonidos de tu cuerpo. (pausa). Siente el latido de tu corazón. (pausa larga). Siente la vida a través de cada latido. (pausa larga). Fluye. (pausa larga). Ve tomando consciencia del lugar en donde estás y poco a poco te vas incorporando.

 

Notarás que algo ha cambiado en ti: desde lo físico, emocional y mental; y ahora percibes las cosas desde otra visión, más tranquila, sin juicios y con una perspectiva más amplia como si entraran en juego otros planos más sutiles que no eres capaz de ver… quizás y es muy posible que te sientas unido a todo lo que existe a tu alrededor como si fueses parte de cada cosa. Eres más consciente de todo. Tu consciencia se ha expandido.

 

           Ahora voy a aprovechar ese silencio y estado en el que estás para explicar lo que es la terapia de sonido.

En 2019 con la muerte de un ser querido todo se derrumbó o casi todo, en mi vida; duelo, desapegos, preguntas, en especial sobre la muerte y el más allá; el rol de músico y compositor se puso en cuestión y dejé la música tal y como la entendía y empecé a hacer un ayuno musical (que duró unos años). En ese tiempo, mientras meditaba, sin saber cómo, descubrí el Silencio y el estar en el aquí y ahora; jamás había sentido  paz y amor de esa forma, imposible de expresar con palabras; dejando de sentir el cuerpo y más allá del tiempo y el espacio era consciente de una presencia que me envolvía detrás de ese Silencio… yo le llamo el “Sonido del Alma”, la esencia.

Empecemos por el significado de “terapia” y de “sonido”; ambos son conocidos por la mayoría, pero la palabra “terapia” es la que trae confusión o rechazo en muchas personas, incluidas aquellas que trabajan con el sonido y también me he encontrado a profesionales de la salud holísticos con este problema y ambos rehusan a utilizar esta palabra cambiándola por otra. El tema está en que normalmente se asocia la “terapia” a la psicología, al psicólogo terapeuta; si buscamos su significado en el diccionario de la Real Academia Española, tenemos dos entradas:

1-Tratamiento de una enfermedad o de cualquier otra disfunción.

2- Tratamiento destinado a solucionar problemas psicológicos.

Si a esto le sumamos el significado etimológico de la palabra griega therapeía, de la cual proviene “Terapia”, y que significa: “aquello que sana”, “aquello que alivia”, “aquello que restaura”, etc. nos aclara mucho y despeja cualquier duda de que la terapia no es propiedad exclusiva de un psicoterapeuta… y dando un paso más, me atrevo a decir que de un médico tampoco es propiedad.

Ahora vayamos, desde un enfoque holístico (cuerpo-emoción-mente-espíritu), a lo que es la enfermedad o como me gusta llamarle: “desequilibrio”; cuando el sistema de chacras está en desequilibrio o no está en armonía sobreviene la enfermedad. Cada chacra o centro energético, que no podemos ver con el sentido de la vista, está asociado o rige sobre una glándula y cada glándula rige a uno o varios órganos de nuestro cuerpo. Así que, al verse afectado un chacra, estaría afectando a una glándula y a su vez a un órgano. Detrás de una enfermedad siempre hay asociada una emoción. Cuando la enfermedad está en el cuerpo físico ya es la última fase del proceso porque la mente es la que la ha creado y las emociones transmiten, comunican. Así que la enfermedad va en un proceso de arriba hacia abajo (de la mente hasta el cuerpo pasando por las emociones) hasta ser percibida por nosotros. Cuando sientas algún dolor en una parte del cuerpo o te sobrevenga una enfermedad pregúntate cómo te sentías unos días antes y qué emoción no has podido gestionar. Si profundizas un poco más, pregúntate qué pensamientos has estado teniendo.

Nos queda entonces la palabra “sonido”. Éste sigue una secuencia:

– Empezando por un electrón que gira alrededor de un átomo

– esto produce una vibración

– que se puede medir en una frecuencia

– la frecuencia se hace perceptible como sonido

– y actúa como principio de arrastre (derivado de la Resonancia)

La sabiduría ancestral nos enseña que todo en el universo es Vibración, que todo vibra sin excluir nada, desde todo el plano denso físico que vemos, pasando por los pensamientos hasta llegar a planos tan sutiles que no somos capaces de imaginar pero que existen, aunque la ciencia aún no los pueda medir. ¿Eres capaz de ver el aire o ves las ramas de los árboles moverse por el viento? Y sin embargo no dudas de su existencia.

Con el sonido, que también es vibración, pasa lo mismo; hay muchísimas frecuencias que nuestro rango auditivo no es capaz de percibir pero que están ahí, existiendo. En estos temas (y en otros tantos de esta sociedad que hemos creado) aún domina la vieja creencia de “ver para creer”.

Dentro del sonido, aplicado a la sanación, podemos hacer dos importantes distinciones:

– los que se utilizan de forma ordenada siguiendo una estructura, compás, ritmo, armonía y melodía como se utiliza en la música aplicado a la terapia: Musicoterapia.

– y los que se derivan de la naturaleza (olas del mar, sonido del viento, truenos, pájaros, los latidos del corazón) o los sonidos que se obtienen al percutir un cuenco del Himalaya, una secuencia en un gong, una nota mantenida con la voz, etc.

En la Terapia de sonido, se utiliza el sonido de diferente forma a la Musicoterapia y se hace hincapié en el sonido en sí, sin utilizar formas musicales definidas, muchas veces utilizando frecuencias concretas y combinándolo con otros sonidos ya sea recreando sonidos de la naturaleza, latidos del corazón, etc. Si bien no se hace “música” como se suele entender, se utilizan ritmos, intervalos musicales y hasta armonía; yo suelo hacer mucho esto con excelentes resultados. De lo que se obtiene de esto, según los que reciben estos baños sonoros y a partir de mi propia experiencia como asistente recibiendo estas sesiones de sonidos es: “una música del alma”, “un masaje para el alma”, “una paz en todos los niveles”, “energía pura”, etc. en donde, normalmente la mente inferior, concreta o racional no tiene cabida, porque se calma, se calla o desaparece, haciendo que la experiencia sea estar en el momento presente.

Como vemos, el sonido en nuestro cuerpo responde al principio de Resonancia modificando el funcionamiento del sistema nervioso a causa del principio de arrastre:

Una vibración armónica o fuerte contagia (arrastra) a una vibración inarmónica o débil.

Este es el poder que tiene el sonido y lo podemos ver cómo nos afectan (o influyen) en todos los aspectos de nuestra vida; en el ejercicio que hemos hecho al principio, centrándonos en los latidos del corazón después de relajarnos, hemos aplicado este principio y nuestra respiración se ha hecho muy lenta, al igual que el pulso cardíaco y sobre todo las ondas cerebrales se han ralentizado mucho entrando en un estado de duermevela muy placentero.

Ahora estamos en condición de afirmar que la Terapia de Sonido es un tratamiento holístico (no invasivo) de una enfermedad a través del uso de frecuencias específicas que actúan a nivel físico, emocional, mental y espiritual haciendo que el paciente recupere el equilibrio perdido. Y desde mi experiencia puedo añadir que el terapeuta de sonido crea un espacio “sagrado” en donde el paciente puede ser capaz por sí mismo de darse cuenta de que él ha traído y creado la enfermedad; por eso la sanación es posible si el paciente quiere sanarse de verdad; el terapeuta y los instrumentos que use son sólo un medio para facilitar esa sanación que está latente en el paciente.

Por último, quiero ilustrar con un ejemplo que está en el libro “Sonidos sanadores” de Jonathan Goldman y de cómo trabaja la terapia holística.

Imaginemos que nuestro cuerpo es un gran coro y que cada parte de él es un cantante. En un momento dado un cantante empieza a desafinar y se hace muy patente la desarmonía que está creando con todo el conjunto hasta tal punto de que puede confundir y distraer a los cantantes cercanos a él produciendo un caos. Ahora bien, para la medicina alopática (muy conocida por todos) este cantante es un estorbo y hay que quitárselo de encima a toda costa sin tener en cuenta que ese cantante con su voz es importante como las demás voces y que si se le quita del grupo se notará. En cambio, para la Terapia Holística el accionar ante esto es muy diferente porque primero, tendrá en cuenta el grupo y luego sabe que ese cantante puede volver “a afinarse” con la armonía del coro; así que le ayudará con diferentes medios a que encuentre esa nota perdida.

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